El Pulgón verde de los cítricos es una de las especies de áfidos más frecuentes que atacan cítricos. La hembra áptera es de color verde y de forma ovoide. El tamaño oscila entre 1 a 2 mm. Posee cornículos y cauda de color pardo oscuro. Las antenas son de color pardo oscuro con segmentos de color beige. Las ninfas pueden tener una coloración verde limón. Los individuos alados tienen la cabeza y tórax pardo a negro y abdomen verde con manchas pardas en los costados. Las antenas son de color pardo y alcanzan la mitad del tamaño del cuerpo. Inicialmente, el tórax es de color rosado pálido virando a negro con el desarrollo de las alas.
DAÑO
Retraso en el crecimiento de las plantas
Los adultos y las ninfas se alimentan de la savia de las plantas y alteran el equilibrio de la hormona de crecimiento. Como resultado, el desarrollo de la planta se retrasa dando lugar a hojas, meristemas o frutos deformados y encarrujamiento de hojas que les confiere protección. Si la infestación ocurre temprano en la temporada, puede provocar la muerte de las plantas jóvenes.
Fumagina: Moho fúngico negro
Los pulgones secretan una mielecilla pegajosa en la que se desarrolla un moho fúngico negro: la fumagina. La savia vegetal tiene un bajo contenido en proteínas, pero es rica en azúcares. Por lo tanto, los pulgones necesitan extraer grandes cantidades de savia para obtener suficientes proteínas. El exceso de azúcar se secreta en forma de mielecilla, haciendo que el cultivo y su fruto se vuelvan pegajosos. Los mohos fúngicos negros crecen en la mielecilla, contaminando las frutas y los cultivos ornamentales, depreciando su calidad, haciéndolos inadecuados para el mercado. Además, se reduce la fotosíntesis en las hojas, lo que afecta la producción.
Existen enemigos naturales específicos para diferentes especies de pulgones.
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