La vid (vitis vinífera L.) pertenece a la familia de las Vitáceas. Es una planta rústica, semileñosa o trepadora, adaptada a una gran variedad de suelos. Sin embargo, el clima de cada área productiva tiene influencia en el estilo de vino producido. En Chile, el cultivo de la vid se remonta a la conquista, con los colonizadores españoles, quienes lo introdujeron en nuestro país en el siglo XVI.
Un viñedo es una plantación de vides de uva, cultivadas principalmente para la vinificación, sin embargo, sus usos también derivan hacia la producción de pasas, uvas de mesa y jugo de uva sin alcohol. Actualmente Chile es considerado uno de los principales productores y exportadores de vino a nivel mundial y destacan variedades como cabernet Sauvignon, carmenere, merlot, Sauvignon blanc, moscatel, syrah, pinot y otras
Las plagas pueden ocasionar graves pérdidas de rendimiento o hacer que la planta se debilite disminuyendo su rendimiento. Incluso, en algunos casos, estos organismos pueden llegar a ocasionar la muerte de la planta. Por lo tanto, realizar un adecuado monitoreo como parte del manejo integrado de plagas (MIP) dentro del huerto, es esencial para tomar adecuadas decisiones y poder elegir la mejor estrategia de control. Es recomendable realizar siempre el monitoreo sobre la base de las plagas presentes, así como de los insectos benéficos.
Las vides son particularmente propensas a las infestaciones de diversas plagas, entre las de mayor incidencia podemos destacar: Chanchito blanco de la vid, Pseudococcus viburni; pulgones (Aphis illinoisensis, Aphis spiraecola; Aphis gossypii), burrito de los frutales, (Naupactus xanthographus), plegador de los frutales (Proeulia auraria); polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana) Falsa arañita roja de la vid (Brevipalpus chilensis), arañita roja de la uva de mesa, (Oligonychus vitis), arañita bimaculada (Tetranychus urticae), nemátodos y otras.
Plagas y enfermedades
El enfoque multifacético de BioBee para el manejo integrado de plagas (MIP) emplea múltiples estrategias para lograr reducir las poblaciones de insectos a niveles tolerables. Además de la liberación gradual de insectos benéficos específicos sobre el hospedero, BioBee se enfoca en promover el uso racional de los métodos químicos, fomentando en los agricultores el monitoreo y el uso de pesticidas selectivos “de menor toxicidad”. Esta estrategia ayuda a los agricultores a dejar de usar productos químicos “de mayor toxicidad y amplio espectro”, que son peligrosos para la población humana y el medio ambiente, además de tener residuos de mayor persistencia.
El uso conjunto de estas estrategias junto con un manejo cultural adecuado, ha demostrado favorecer el rendimiento de los cultivos comerciales incrementando, como resultado, las ganancias para el productor.
Gracias al aporte que BioBee hace a través de sus programas de control plagas, los clientes pueden cumplir con la estricta legislación europea, de EE. UU., Japón y otros países con respecto a los LMR (Límites máximos de residuos), así como también los requisitos de GAP (Buenas Prácticas Agrícolas), incluido GLOBAL GAP (un estándar voluntario requerido por muchas cadenas de supermercados en Europa). De este modo, Los productos cultivados con BioBee requieren un uso mínimo de pesticidas.
El personal de BioBee está ampliamente capacitado en el reconocimiento de plagas y sus enemigos naturales, así como en el monitoreo de insectos través de su biología y comportamiento, trabajando directamente con los productores para implementar un programa MIP a la medida que satisfaga sus necesidades específicas. Este programa personalizado se implementa con éxito bajo la supervisión y orientación continua del personal de BioBee.