El cabrito del ciruelo (Aegorhinus nodipennis) es un coleóptero nativo distribuido desde las regiones del Maule hasta los Lagos. Es considerado plaga clave en huertos orgánicos de arándanos y avellano europeo aunque puede afectar tanto árboles frutales como nativos.
El adulto es un insecto de 2 a 3 cm de color brillante y liso con zonas con escamas que dan una coloración característica. Los machos son de menor tamaño que las hembras y se encuentran en una proporción mucho menor que ellas. Los huevos son puestos mayoritariamente en el suelo de forma aislada o en grupos de 2 a 3 cubiertos por fecas. Los huevos son pequeños y de color blanco amarillento. Las larvas poseen una cabeza de color rojo oscuro en tanto el cuerpo es de color blanco y carece de patas. Cuando la larva alcanza su mayor crecimiento prepara una celda al interior de la corona y se transforma en pupa.
DAÑO
Los cabritos adultos se alimentan del pecíolo de flores y frutos provocando caídas prematuras. El mayor daño es provocado por las larvas, las que recién eclosionadas se desplazan entre la hojarasca y alcanzan la corteza del cuello y corona de la planta, donde se alimentan primero superficialmente y luego construyen galerías en la madera. El daño de las larvas al cuello y corona de las plantas, genera una sintomatología característica: enrojecimiento prematuro, amarillez, reducción de ramillas nuevas, muerte de las plantas, menor producción.
Existen enemigos naturales específicos para diferentes especies de cabritos.
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