Los pepinos (Cucumis sativus) son una especie anual perteneciente a la familia de las Cucurbitáceas cuyo origen se encuentra en el sudeste de Asia. Es una planta rastrera y de crecimiento indeterminado. El tallo es piloso y en cada nudo posee una hoja y un zarcillo. Las hojas, son simples, alternas, con lóbulos. La forma del fruto es variable de elongada a redonda y color externo verde. las dos formas predominantes de uso del pepino son como producto fresco en ensaladas y como producto encurtido o pickle.
Polinización natural
Las flores del pepino son de gran tamaño y de color amarillo intenso. Existen variedades ginoicas, sin embargo, La mayoría de las variedades de pepinos son monoicas. En estas últimas, la polinización es necesaria para producir pepinos de alto valor comercial, por ello, la polinización entomófila, cumple un importante rol, ya que incrementa el rendimiento, tamaño y peso de la fruta en variedades no-partenocárpicas. Una polinización deficiente, con un número insuficiente de granos de polen sobre el estigma de la flor dará origen a tasas de aborto más altas, frutos deformes, con menor número de semillas y menor peso.
En condiciones de invernaderos los abejorros muestran diversas ventajas en relación a las abejas. Una de estas, es la superior orientación visual en comparación con las abejas melíferas. Además, poseen una mayor capacidad de transporte de polen, ya que por su mayor tamaño (el doble de la abeja melífera) y su mayor cantidad de vellos, depositan sobre las flores, tres veces más granos de polen que la abeja melífera, por lo que cada visita a la flor provoca una polinización efectiva.
Los abejorros no almacenan miel como la abeja melífera, por lo cual deben alimentarse diariamente trabajando rápidamente (4 veces más rápido que la abeja melífera), visitando muchas más flores en un momento dado, Además permanecen en el cultivo, ya que, a diferencia de la abeja, su lenguaje es menos desarrollado para transferir información sobre fuentes más atractivas de alimento.
Plagas y enfermedades
El enfoque multifacético de BioBee para el manejo integrado de plagas (MIP) emplea múltiples estrategias para lograr reducir las poblaciones de insectos a niveles tolerables. Además de la liberación gradual de insectos benéficos específicos sobre el hospedero, BioBee se enfoca en promover el uso racional de los métodos químicos, fomentando en los agricultores el monitoreo y el uso de pesticidas selectivos “de menor toxicidad”. Esta estrategia ayuda a los agricultores a dejar de usar productos químicos “de mayor toxicidad y amplio espectro”, que son peligrosos para la población humana y el medio ambiente, además de tener residuos de mayor persistencia.
El uso conjunto de estas estrategias junto con un manejo cultural adecuado, ha demostrado favorecer el rendimiento de los cultivos comerciales incrementando, como resultado, las ganancias para el productor.
Gracias al aporte que BioBee hace a través de sus programas de control plagas, los clientes pueden cumplir con la estricta legislación europea, de EE. UU., Japón y otros países con respecto a los LMR (Límites máximos de residuos), así como también los requisitos de GAP (Buenas Prácticas Agrícolas), incluido GLOBAL GAP (un estándar voluntario requerido por muchas cadenas de supermercados en Europa). De este modo, Los productos cultivados con BioBee requieren un uso mínimo de pesticidas.
El personal de BioBee está ampliamente capacitado en el reconocimiento de plagas y sus enemigos naturales, así como en el monitoreo de insectos través de su biología y comportamiento, trabajando directamente con los productores para implementar un programa MIP a la medida que satisfaga sus necesidades específicas. Este programa personalizado se implementa con éxito bajo la supervisión y orientación continua del personal de BioBee.