El almendro es un frutal de hoja caduca originario de Asia y norte de África que pertenece al género Prunus y a la familia de las Rosáceas. Su floración en variedades tradicionales es temprana y posee flores blancas o rosadas producidas en dardos o ramillas de un año. Sus hojas son lanceoladas de color verde claro y su fruto corresponde a una drupa.
Polinización natural
En el almendro existen variedades auto-incompatibles que requieren de el polen de otra variedad para obtener una fecundación exitosa. En estos casos, es imprescindible la transferencia de polen a través de insectos polinizadores, para llevar a cabo una eficiente polinización cruzada. Las adversas condiciones climáticas registradas durante la fecha de floración de estas variedades hacen que los abejorros sean más idóneos para la polinización de este frutal ya que trabajan en un amplio rango de temperaturas, con días nublados, vientos o lloviznas.
Los abejorros no almacenan miel como la abeja melífera, por lo cual deben alimentarse diariamente. Trabajan cuatro veces más rápido que esta última y visitan muchas más flores en un momento dado. Además, gracias a su tamaño corporal (el doble de la abeja melífera) depositan más granos de polen en el estigma de la flor, provocando una polinización mucho más efectiva, obteniendo mayores rendimientos.
Una última ventaja de los abejorros es su capacidad de permanecer en el cultivo, debido a que a diferencia de la abeja, su lenguaje es menos desarrollado en la transferencia de información sobre fuentes más atractivas de alimento.
Plagas y enfermedades
Las plagas pueden hacer que los frutos no sean aptos para el mercado o que la planta se debilite disminuyendo su rendimiento. En algunos casos, estos organismos pueden llegar a ocasionar incluso la muerte de la planta. Por lo tanto, realizar un adecuado monitoreo como parte del manejo integrado de plagas (MIP) dentro del huerto es esencial para tomar adecuadas decisiones y poder elegir la mejor estrategia de control. Es recomendable siempre realizar el monitoreo sobre la base de las plagas presentes, así como también de los insectos benéficos.
Los almendros son atacados por algunas plagas, entre las que podemos mencionar: escamas, arañitas, capachitos, pulgones, trips, polillas, conchuelas y otros.
El enfoque multifacético de BioBee para el manejo integrado de plagas (MIP) emplea múltiples estrategias para lograr reducir las poblaciones de insectos a niveles tolerables. Además de la liberación gradual de insectos benéficos específicos sobre el hospedero, BioBee se enfoca en promover el uso racional de los métodos químicos, fomentando en los agricultores el monitoreo y el uso de pesticidas selectivos “de menor toxicidad”. Esta estrategia ayuda a los agricultores a dejar de usar productos químicos “de mayor toxicidad y amplio espectro”, que son peligrosos para la población humana y el medio ambiente, además de tener residuos de mayor persistencia.
El uso conjunto de estas estrategias junto con un manejo cultural adecuado, ha demostrado favorecer el rendimiento de los cultivos comerciales incrementando, como resultado, las ganancias para el productor.
Gracias al aporte que BioBee hace a través de sus programas de control plagas, los clientes pueden cumplir con la estricta legislación europea, de EE. UU., Japón y otros países con respecto a los LMR (Límites máximos de residuos), así como también los requisitos de GAP (Buenas Prácticas Agrícolas), incluido GLOBAL GAP (un estándar voluntario requerido por muchas cadenas de supermercados en Europa). De este modo, Los productos cultivados con BioBee requieren un uso mínimo de pesticidas.
El personal de BioBee está ampliamente capacitado en el reconocimiento de plagas y sus enemigos naturales, así como en el monitoreo de insectos través de su biología y comportamiento, trabajando directamente con los productores para implementar un programa MIP a la medida que satisfaga sus necesidades específicas. Este programa personalizado se implementa con éxito bajo la supervisión y orientación continua del personal de BioBee.